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Rapi "El Galgo"


Hola amigos, en esta ocasiΓ³n os voy a contar una historia, que aunque se basa en un animal domΓ©stico, ellos tambiΓ©n forman parte de la naturaleza. Espero que os guste.!!

Hace algunos aΓ±os en un lugar del sur de EspaΓ±a, vivΓ­a un chico de unos 12 aΓ±os. Γ‰l chico era un muchacho normal, iba a la escuela, era amable y simpΓ‘tico, tenΓ­a amistad con todos sus compaΓ±eros de clase y cuando llegaba a casa solΓ­a ayudar a su padre en su trabajo en una herrerΓ­a en la cual trabajaba, y que dicha herrerΓ­a se encontraba por la parte de detrΓ‘s de la misma vivienda donde vivΓ­an. Ya hacΓ­a mucho tiempo que el chico les habΓ­a dicho a sus padre que tenia ganas de tener una mascota y que muchos de sus compaΓ±eros tenΓ­an, gatos, perros, pΓ‘jaros....etc y el no tenΓ­a nada.

Sus padres sabΓ­an de sus ganas por tener alguna mascota y siempre que el chico les decΓ­a que querΓ­a un animal, le preguntaban: Hijo y que te gustarΓ­a tener? a lo que Γ©l contestaba que le daba igual, que lo que querΓ­a es compartir su tiempo libre con un animal y que fuese gracioso para poder enseΓ±Γ‘rselo a sus amigos.

El padre tambiΓ©n le habΓ­a comentado en varias ocasiones que un animal representaba una gran responsabilidad y un gasto extra, pues hay que darles de comer y cuidarlos pues los animales tambiΓ©n pueden enfermar, a lo que el chaval contestaba siempre que: No te preocupes papΓ‘ yo lo cuidarΓ­a muy bien.!!

Los dΓ­as iban pasando y el chico veΓ­a como sus amigos jugaban con sus animales de compaΓ±Γ­a y Γ©l no conseguΓ­a realizar ese deseo de conseguir una mascota.

En cierta ocasiΓ³n, un dΓ­a cuando se disponΓ­an a comer y estaban sentados todos en la mesa, el padre le prometiΓ³ que para el dΓ­a de su prΓ³ximo cumpleaΓ±os le regalarΓ­an una mascota y que fuese aplicado, trabajador y amable como lo habΓ­a sido asta ahora y ellos cumplirΓ­an ese deseo tan tenaz que venia teniendo ya desde hace tiempo.

Antes de que llegase ese dΓ­a en el cual sus padres cumplirΓ­an su deseo de regalarle esa mascota que tanto deseaba, ocurriΓ³ algo inesperado en la vida del chaval. Era un dΓ­a de invierno el cielo estaba muy gris y nublado amenazando tormenta y el chico se dirigΓ­a a un parque cercano donde por las tardes solΓ­a jugar con sus amigos. Desde lejos vio como un hombre salia y entraba de un cercΓ³n y en una furgoneta entraba lo que desde la distancia le parecΓ­a a Γ©l unos cachorros de perros.

Sus amigos lo estaban esperando ya en el parque para jugar pero en vez de seguir el camino hacia el parque decidiΓ³ esperar he investigar que hacΓ­a ese hombre con esos cachorros.

Γ‰l hombre saliΓ³ como unas 4 veces de aquel lugar y de cada vez en cada mano llevaba un cachorro cogido por el lomo, los cuales depositaba de malas maneras hacia el interior de la furgoneta, simplemente no los dejaba si no que los lanzaba hacia dentro, pero...la ultima vez que saliΓ³ de esa nave en la que no solo habΓ­a esos cachorros pues se podΓ­a oΓ­r desde donde estaba mirando el chaval, tambiΓ©n sonaban ovejas, gallinas he incluso el gruΓ±ir de un cerdo; pues en esa ΓΊltima vez al lanzar los cachorros hacia dentro de la furgoneta uno de ellos no callΓ³ dentro si no que callΓ³ en el suelo, el hombre no se dio cuenta pues parecΓ­a tener mucha prisa y cerro con fuerza la puerta trasera del vehΓ­culo y se montΓ³ al volante y acelerΓ³ dejando en mitad de la calle a ese pobre cachorro.

En ese momento el chico saliΓ³ corriendo y cogiendo el cachorro en sus manos intentΓ³ avisar al hombre de la furgoneta para que parase, intentando decirle que se le habΓ­a extraviado uno de los cachorros, pero no pudo conseguirlo. DespuΓ©s de haber recorrido unos metro se parΓ³ y mirΓ³ al perrillo; era bastante pequeΓ±o casi que todavΓ­a no podΓ­a ni andar bien y tenΓ­a unos ojos oscuros pero simpΓ‘ticos.

PensΓ³ en un momento que podΓ­a quedarse con Γ©l y dio la vuelta y decidiΓ³ volver a casa y contarles a sus padres lo que le habΓ­a pasado y preguntarles si podΓ­a quedarse con Γ©l cachorrillo. Cuando de regreso pasΓ³ por la puerta del cercΓ³n donde estaba parada la furgoneta y donde el hombre habΓ­a perdido al cachorro al meterlos de aquella manera tan malvada y canalla en la furgoneta, se detuvo en la puerta y no lograba escuchar nada, pero el cachorro como conociendo el sitio o por que escucho algo en el interior que el chaval no llegaba a escuchar dio un pequeΓ±o gruΓ±ido y pudo escuchar como del interior salΓ­a en ese preciso momento un aullido de lamento que seguramente daba la madre de aquel cachorro.

No lo pensΓ³ mas saliΓ³ a correr con el perrito en brazos y no parΓ³ hasta llegar a casa. Entro en casa y su madre no estaba a si que se dirigiΓ³ a la herrerΓ­a de detrΓ‘s donde estaba el padre y le enseΓ±Γ³ el cachorro. Γ‰l padre exclamΓ³: ¿ Y eso ? ¿ Quien te lo a dado? y el muchacho le contΓ³ todo lo sucedido y exactamente donde ocurriΓ³ y al final de toda la explicaciΓ³n le preguntΓ³ al padre si podΓ­a quedΓ‘rselo, a lo que el padre le contestΓ³, que hablara con su madre y se lo preguntase. Cuando llego la madre y estaban todos en la mesa preparados para cenar, el hijo volviΓ³ a hablar con sus padres y les volviΓ³ a hacer la pregunta de si podΓ­a o no quedarse con el, y al final si que le dejaron quedarse con el cachorro.

Esa misma noche cuando se acostΓ³ y despuΓ©s de darle de comer, y meter al perrillo en una caja y ponerle unas ropas viejas debajo en el fondo de la caja para que no tuviese friΓ³ el animalito, se lo llevΓ³ a su habitaciΓ³n a dormir junto a Γ©l, escuchΓ³ entonces que sus padres estaban hablando y decidiΓ³ levantarse y acercase a la puerta para escuchar mejor que decΓ­an y logrΓ³ oΓ­r que su padre le decΓ­a a su madre: que aquel hombre el cual su hijo les habΓ­a explicado era un cazador y que tenΓ­a muchos perros mas y que esos que metΓ­a en la furgoneta de los que uno era el que se habΓ­a traΓ­do su hijo, seguro que no los querΓ­a y los arrojarΓ­a al rΓ­o o se desharΓ­a de ellos de alguna forma, a si que como tenΓ­an pensado regalarle una mascota a su hijo dejarΓ­an que se quedara con Γ©l.

Al dΓ­a siguiente cuando el muchacho regresΓ³ de la escuela, fue a ver al cachorrillo y allΓ­ estaba mordisqueando las ropas viejas que la noche antes le habΓ­a puesto, jugueteando y gruΓ±endo como si tal cosa. La madre se acercΓ³ y le dijo: ¿ Como lo vas a llamar ? y el chico contestΓ³ no se le preguntarΓ© a papΓ‘. El padre le dijo que ese perro que habΓ­a traΓ­do a casa era un Lebrel, mas conocido como Galgo, los cuales son excelentes atletas caninos y que destacan por lo que corren, pues normalmente son utilizados para la caza de la liebre; el chico pensΓ³ por un momento "son atletas", "son rΓ‘pidos" pues ya se como lo voy a llamar, lo llamarΓ© "RAPI".

Poco a poco Rapi fue creciendo y haciΓ©ndose un animal esbelto, Γ‘gil, de pecho grande y espectaculares patas, y era de color canela, corrΓ­a y era tan rΓ‘pido como el viento y que se salvΓ³ de un destino incierto aquella tarde en la que la suerte o el destino hizo que se cayera de aquella furgoneta y lo encontrase este chico. Lo que no sabΓ­a el chico es que en AndalucΓ­a se celebran todos los aΓ±os multitud de campeonatos de carreras de galgos y decidiΓ³ apuntarlo y cual fue su sorpresa que RAPI quedΓ³ campeΓ³n en la primera vez que concursaba.

Rapi fue tratado siempre con respeto y cariΓ±o y no fue nunca sometido a ningΓΊn maltrato y gano las competiciones en las que participΓ³ por sus mΓ©ritos propios y no por que estuviera sometido a multitud de sobre esfuerzo y maltrato por parte de sus dueΓ±os como otros mucho galgos si que lo estΓ‘n, para conseguir ganar a costa de lo que haga falta.

Espero que os haya gustado.!! A continuaciΓ³n os paso un vΓ­deo sobre Los Galgos. Hasta la prΓ³xima amigos.

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