El Pequeño Halcón y el Águila

Imagen de un Halcón por TheOtherKev en Pixabay

Cuando los seres humanos venimos al mundo somos algo neutro, moldeable, pero con el paso de los años comprendemos que el sistema te enseña a tener cosas materiales a cambio de una larga vida de esclavitud, "consentimos estar enjaulados para tener" y perder el sentido de una vida de "SER", y todo puede convertirse en un rincón oscuro en medio de la sociedad.

Si la vida del ser humano es tan drástica y poco segura, la de los pequeños halcones es si cabe aún peor, pues empieza librando una batalla desde el principio de sus vidas, a pocas horas de su nacimiento. Se sabe que los pequeños halcones cuando crían en libertad desarrollan unas aptitudes extremadamente eficaces para la caza.

El Pequeño Halcón y el Águila:

Cuenta una antigua leyenda de los indios Sioux, que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo, una pareja tomados de la mano. Eran Toro Bravo, unos de los mas grandes guerreros de la tribu y Nube Azul, la cual era una de las mujeres mas bellas, y también era la hija del cacique.

- Nos amamos- "empezó el joven".

- Y nos vamos a casar- "dijo ella".

- Queremos un hechizo, un conjuro, algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos- "dijeron los jóvenes al unísono".

- Hay algo que puedo hacer por vosotros, pero es una tarea muy difícil y sacrificada- "dijo el brujo tras una larga pausa".

- No importa "dijeron los dos".

- Entonces "dijo el brujo" Nube Azul, sin más armas que una simple red y tus propias manos, subirás al monte y cazarás al halcón más vigoroso. Tráemelo vivo el tercer día de luna llena … Y tú, Toro Bravo "prosiguió el anciano" tú debes traer de la montaña más alta a la más valiente de las águilas, y traerla viva sin ninguna herida.

Los jóvenes asintieron en silencio y, después de mirarse con ternura, partieron para realizar la tarea que se les había asignado. El día establecido por el brujo, los jóvenes llegaron al poblado y se dirigieron a su tienda con dos grandes bolsas de tela que contenían las aves solicitadas. El viejo les pidió que con mucho cuidado, las sacaran de las bolsas. Eran sin duda las aves más hermosas de su estirpe.

- Ahora "dijo el brujo" atad entre sí a las aves por las patas con estas tiras de cuero. Después soltadlas y dejad que intenten volar. El águila y el halcón intentaron levantar el vuelo, pero sólo consiguieron revolcarse en el suelo. Irritadas por su incapacidad, las aves se arremetieron a picotazos entre sí en una ardua pelea.

- Éste es el conjuro. Jamás olvidéis lo que habéis visto hoy. Vosotros sois como el águila y el halcón... si os atáis el uno al otro, aunque sea por amor, viviréis arrastrándoos y, tarde o temprano, os haréis daño el uno al otro. Si queréis que vuestro amor perdure para siempre volad juntos pero jamás atados.

Moraleja:

Las personas deben de ser libres al igual que su amor y así tiene que continuar por siempre. Todo aquel o aquella persona que sea cuartado por algo o alguien tiene que luchar por desatarse de esa situación, pues la vida no es vida si no se tiene "Libertad".

Fuente: TheOtherKev en Pixabay Consultado el 22/6/2016