El Urogallo Común Ibérico
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Urogallo Común Ibérico Macho - Pixabay
Una de las aves más bellas, y que podemos contemplar en alguno de los reducidos lugares en los que habita en nuestra Península Ibérica es el "Urogallo Común", especie de ave esta la cual esta protegida. El Urogallo en España desde el año 1.979 tiene prohibida su caza y desde 1.986 dispone de la catalogación de "Especie Protegida".
El Urogallo Común presenta un gran dimorfismo sexual. Los machos y hembras pueden diferenciarse fácilmente por su tamaño y su coloración. Los machos son algo más grandes y pesan por lo tanto algo mas que las hembras, su peso oscila entre unos 3,3 y 6,7 kg. El ejemplar más grande registrado en cautividad llegó a pesar unos 7,2 kg. Esta ave pueden llegar a medir de unos 74 a 115 cm y tener una envergadura alar de unos 1,2 m. Presentan una coloración general que va del color gris muy oscuro al pardo oscuro, con unos reflejos verdes metálicos en las plumas del pecho.
El Urogallo se considera una reliquia de la era glaciar, pues tras este período la población se fue desplazando a las regiones frías de Europa y la alta montaña.
Ambos sexos presentan unas manchas blancas en sus hombros y tienen las patas cubiertas de plumas, especialmente en las estaciones más frías, lo que consigue protegerlos de las bajas temperaturas. Sus dedos son cortos y anchos para caminar bien en la nieve y no hundirse.
El hábitat principal de esta especie de aves son las zonas de bosques abiertos y claros, aunque también habitan zonas montañosas, o donde haya bastante vegetación herbácea de la cual se alimenta, también debe contener esas zonas agua abundante por lo que podremos localizarlos cerca de arroyos o regatos.
Su dieta puede variar según la estación del año pues aunque principalmente suele comer brotes frescos, en verano se alimenta de larvas y crisálidas de insectos. En la época de otoño e invierno suele alimentarse de arándanos, brotes de haya, amentos de abedules, acículas de pinos y si no dispone estas se alimentará de hojas de hacedos.
Urogallo Común Ibérico Hembra - Pixabay
La época de celo dura desde el mes de marzo hasta finales de mayo. El urogallo emite su voz de reclamo preferiblemente al amanecer y al atardecer, situado desde algún punto elevado se exhibe y canta intentando atraer a las hembras. Los gritos que reproduce en su canto le dieron este nombre al animal pues se decía que eran parecidos a los del uro "(Bóvido extinto)". Luego, más tarde, si a conseguido atraer a las hembras se posará en el suelo y empezará a cubrirlas, pudiendo disponer para tal fin un territorio de unos 50 a 100 m de diámetro donde continuará con sus reclamos y llamadas a la vez que va copulando con varias gallinas en un mismo día.
Los vuelos del Urogallo Común Ibérico son muy cortos y a baja altura posándose cada cierta distancia en las ramas de las bajeras de los árboles.
Tras la fecundación, las hembras ponen entre unos seis y doce huevos, estos serán depositados en un hoyo en el suelo donde son objetivo fácil para los jabalíes, zorros, comadrejas e incluso algunas aves como los azores. Además la mortalidad de los polluelos es bastante elevada en las primeras semanas de vida, por lo que sus poblaciones aumentan paulatinamente pero de una forma muy lenta.
Fuente: Pixabay.com Consultado el 26/1/2017
Fuente: Wikipedia.org Consultado el 26/1/2017
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