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La CigΓΌeΓ±a y el Labrador

Imagen de un campo de Trigo por Konevi en Pixabay

Un dΓ­a soleado un labrador saliΓ³ al campo a mirar el estado de sus cosechas, y en cierto momento cuando contemplaba su siembra observΓ³ con gran duelo que grullas y gansos de su trigo sembrado solΓ­an hacer pasto. Sin mas tardanza se decidiΓ³ a colocar trampas y lazos para darles caza, como buen labrador y aΓ±os de experiencia en ese trabajo, construyΓ³ y colocΓ³ las letales trampas por todo el sembrado.
Cuando despuΓ©s de haber colocado las trampas en sitios adecuados regresΓ³ para ver que habΓ­a capturado, observo que en ellas habΓ­an caΓ­do aquellas grullas y aquellos gansos y entre ellos tambiΓ©n una cigΓΌeΓ±a.
CigΓΌeΓ±a:
Γ“igame seΓ±or labrador..!! ExclamΓ³ la CigΓΌeΓ±a temblando. LibΓ©rame de estos lazos, pues yo no merezco ser apresada por lo que se me a culpado. La diosa Ceres sabe que nosotras, muy lejos de hacer daΓ±os, somos grandes amigas del labrador y Γ©l campo.

Labrador:
Nada me agrada ni me complace, respondiΓ³ el labrador en un tono colΓ©rico y furioso. Te hallΓ© con delincuentes, a si que con ellos morirΓ‘s. En ese momento se hizo el silencio en el campo, ya que en mitad de las siembras un labrador dio muerte a grullas y gansos y tambiΓ©n a la pobre cigΓΌeΓ±a que comΓ­a con ellos en mitad del sembrado.

Moraleja:
La inocente cigΓΌeΓ±a tuvo un fin desgraciado al juntarse con los malos y con ello todos aprendimos que "Todos somos catalogados por las compaΓ±Γ­as que frecuentamos".

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