El Conejo de Campo Ibérico
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El conejo de campo Ibérico ó Oryctolagus cuniculus, es un animal de pelaje espeso, de color pardusco en el lomo y algo blanquecino es su vientre. La característica principal del conejo de campo son sus orejas, las cuales son largas y de una longitud total de unos 8 cm. Su cola es corta, distinguiéndose perfectamente cuando el conejo corre, pues esta no contiene ninguna mancha negra en el dorso como tiene la liebre.
Sus patas delanteras son mas cortas que las traseras, por lo que dispone de una aceleración excepcional cuando decide salir corriendo, ya que estas patas traseras son muy fuertes y robustas. Su cabeza es de forma redondeada y tiene unos ojos grandes y de color marrón. El conejo de campo mide unos 40 cm midiendo la cabeza y el cuerpo, al cual sumamos unos 4 o 6 cm de la cola y un peso de 1,5 kg. Al conejo de campo lo podemos distinguir de la liebre fácilmente por que son algo mas pequeños.
El conejo de campo: Está distribuido por toda la Península Ibérica y las Baleares.
Este animal vive principalmente en praderas, linderos de los bosques, parques, etc. aunque puede llegar a adaptarse a cualquier sitio de terreno dependiendo de que tenga agua y comida. En las montañas puede llegar a vivir hasta una altura de 1.500 metros, aunque es más bien una especie típica del monte y matorral mediterráneo, sobre todo del encinar y el coscojal. Es muy adaptable, aunque evita los grandes bosques.
En la naturaleza, el período de cría se extiende desde el mes de Marzo al de Septiembre, con una duración de la gestación de unos 30 días. Puede tener de 3 a 4 partos por año y, dan a luz a unas 4 o 5 crías. La madre amamanta a las crías durante unas tres semanas, tras las cuales éstos abandonarán el nido o conejera a las cuatro semanas de vida. La madurez sexual la alcanzan a la edad de tres o cuatro meses. El número de partos puede verse aumentado si la colonia de conejos de una determinada zona es lo suficientemente densa.
En caso de alerta, el conejo se suele levantar sobre sus patas traseras y, así consigue una visión de 360º, con las orejas erguidas, preparado para la huida.
Se alimenta de todas las clases de plantas, preferentemente se comerá sus yemas. Hojas, cortezas, frutos y bayas silvestres del campo son sus alimentos preferidos, aunque también puede comer algunos diferentes tipos de hongos. En ocasiones puede ingerir materia animal como dieta suplementaria. Los límites de sus territorios son marcados con precisión a través de sus heces, existiendo además, al parecer, un preciso estamento jerárquico entre los machos de cada colonia.
Fuente: Porsupah Consultado el 10/2/2017
Fuente: Wikipedia.org Consultado el 10/2/2017
Fuente: Volesandfriends Consultado el 10/2/2017
Fuente: Foter.com / CC BY-NC-SA Consultado el 10/2/2017
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