Campo de Trigo por: Free-Photos / Pixabay
Un empresario agricultor, de pocos estudios, participaba todos los aΓ±os en la principal feria de agricultura de su ciudad. Lo mΓ‘s extraordinario es que Γ©l siempre ganaba aΓ±o tras aΓ±o, el trofeo: 'MaΓz del aΓ±o'. Entraba con su maΓz en la feria y salΓa con la faja azul recubriendo su pecho. Su maΓz era cada vez mejor.
En una ocasiΓ³n de esas, un reportero de televisiΓ³n abordΓ³ al agricultor despuΓ©s de la tradicional colocaciΓ³n de la faja de campeΓ³n. Γl quedΓ³ muy intrigado con la revelaciΓ³n del agricultor, de como acostumbraba a cultivar su calificado y valioso producto. El reportero descubriΓ³ que el agricultor compartΓa buena parte de las mejores semillas de su plantaciΓ³n de maΓz con sus vecinos.
¿CΓ³mo puede usted compartir sus mejores semillas con sus vecinos, cuando ellos estΓ‘n compitiendo directamente con usted.?
El agricultor respondiΓ³:
-¿Usted no sabe? ¡Es simple!. El viento recoge el polen del maΓz maduro y lo lleva de campo en campo. Si mis vecinos cultivaran maΓz inferior al mΓo, la polinizaciΓ³n degradarΓa continuamente la calidad de mi maΓz. Si yo quiero cultivar maΓz bueno, tengo que ayudarlos a cultivar el mejor maΓz, cediendo a ellos las mejores semillas.
Moraleja:
Para recibir primero has de dar. La preocupaciΓ³n por las deudas, las cuentas a pagar, la posibilidad de quedarse con poco o nada de dinero, generan pensamientos negativos que propician conductas mezquinas. Pero es solo a esas personas que comparten, a las que ΓΊnicamente se les hace recΓproco su acto de amabilidad, ya que por el contrario hay otro dicho que dice que: ¡ Recibimos lo que damos! RecuΓ©rdalo. Y ten en cuenta lo que vas a dar.!!
Fuente: Pixabay
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